El huerto de la Ecoescuela San Ignacio está siendo una experiencia que va más allá de lo educativo. Con el huerto, el alumnado del colegio no solo aprende. El huerto escolar es un rincón verde de esperanza y aprendizaje, donde niños y niñas tienen la oportunidad de conectarse con la tierra y comprender los ciclos de la naturaleza de una manera práctica y tangible. Desde la siembra de semillas hasta la cosecha de frutas y verduras, cada paso del proceso es una lección en sí misma. Nuestros estudiantes no solo aprenden sobre botánica y agricultura, sino también sobre responsabilidad, trabajo en equipo y cuidado del medio ambiente.
Los beneficios de esta experiencia educativa se extienden más allá de las paredes del colegio. Para el centro escolar, el huerto ha sido una herramienta invaluable para fomentar un sentido de comunidad y orgullo. Las familias se involucran activamente en su cuidado, ofreciendo tiempo y conocimientos para garantizar su éxito. Además, el huerto ha servido como punto de encuentro para eventos familiares y comunitarios, fortaleciendo los lazos entre la escuela y el barrio (como lo demuestra la recientemente organizada Fiesta de la Primavera).
Para niños y niñas, el huerto escolar es mucho más que un simple espacio de aprendizaje. Es un lugar de descubrimiento y maravilla, donde pueden explorar, experimentar y aprender de una manera que trasciende las limitaciones del aula tradicional. Cavar en la tierra, plantar semillas y observar cómo crecen las plantas les proporciona una conexión tangible con la naturaleza y les enseña a apreciar el valor de los alimentos frescos y saludables. Además, el huerto escolar ofrece oportunidades para el desarrollo de habilidades interpersonales y emocionales. Trabajar juntos en el cuidado del huerto fomenta el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y el respeto mutuo entre los estudiantes. A medida que cultivan y cuidan las plantas, también cultivan relaciones significativas y duraderas entre ellos.
Por otra parte, queremos destacar cómo el huerto está sirviendo de espacio de integración en el que también participa el alumnado del aula específica con el resto de sus compañeros del colegio. Los docentes del Colegio Primario Arcoíris han sido fundamentales en el éxito del huerto escolar. No solo han brindado orientación y apoyo a los estudiantes, sino que también han integrado el huerto en el plan de estudios, creando oportunidades para que niños y niñas apliquen conceptos académicos de manera práctica y relevante. Además, los maestros han organizado talleres y actividades educativas en el huerto, ampliando aún más las oportunidades de aprendizaje y enriquecimiento.
En última instancia, el huerto escolar es un activo de gran valor para el barrio de San Ignacio. No solo embellece el entorno físico, sino que también promueve un estilo de vida saludable y sostenible. Las familias del barrio pueden beneficiarse al tener acceso a productos frescos y locales, mientras que el alumnado aprende sobre la importancia de una dieta equilibrada y el respeto por el medio ambiente.
En resumen, la experiencia educativa del huerto escolar en la Ecoescuela San Ignacio es un testimonio del poder transformador de la educación basada en la comunidad y la conexión con la naturaleza. A través del trabajo conjunto de alumnado, familias y docentes, el huerto no solo enriquece la experiencia educativa de los estudiantes, sino que también fortalece los lazos entre la escuela, las familias y el barrio en su conjunto. En un mundo cada vez más desconectado de la naturaleza, iniciativas como esta son un recordatorio poderoso de la importancia de cultivar no solo plantas, sino también conocimiento, comunidad y valores.
Autoría: Familias de la Ecoescuela San Ignacio
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Web del centro: https://ecoescuelasanignacio.es/ecoescuela/
