El “método salmón” es una metodología que me enseñaron de primera mano en un colegio de Madrid en el que estuve sustituyendo a una compañera. Allí comencé a aplicarlo y desde entonces, lo he llevado a cabo en todos y cada uno de los centros en los que he estado.
Este método consiste en organizar el aula de una manera diferente a la convencional (“nadamos a contracorriente”), donde, además de cubrir todos los aspectos curriculares que marca la normativa, se trabajan las competencias clave para la vida y el desarrollo personal. Es una herramienta orientada a la transformación, que pretende educar, promover el potencial de cada niño o niña, alejándose de la concepción tradicional del área de Ed. Física centrada exclusivamente en “hacer deporte”
Así pues, se trata de un sistema de autonomía y libertad, de cooperación, de solución de problemas, de trabajo en equipo (alumnado, docentes y familia). Se trata de una metodología en la que el docente sigue siendo la figura principal, pero no la única. El alumnado (los salmones) nadan en aguas de autonomía y desarrollo de habilidades y valores personales e interpersonales. Este método busca que la escuela se “agite” y renueve sus métodos de enseñanza para acercarse más a la realidad del alumnado y, de esta forma, poder generar unos cimientos sólidos que les ayude a afrontar con más herramientas su futuro. Por ello, esta metodología parte de la realidad del aula, del presente del alumnado, conociendo la casuística de nuestra sociedad y entendiendo a cada niño y niña como un fenómeno integrador.
De esta forma, este método se sustenta en seis pilares:
-Escuela sistémica: aprendemos a entender al alumnado con sus circunstancias y le hacemos consciente de su capacidad para gestionar sus emociones, sus deseos, sus esperanzas, sus preocupaciones, sus capacidades, sus limitaciones.
– Autonomía: tratamos de cumplir aquello de “ahora los niños trabajan como si yo no existiera” (M.Montessori). Se reparten las funciones entre el alumnado a través de contratos que se desempeñan durante todo el curso o trimestre, haciéndoles partícipes en todo momento del desarrollo de la clase.
– Lucha y logros: trabajamos la competitividad desde uno mismo, es decir, el alumnado es evaluado en función de su punto de partida y su progreso, sin que exista rivalidad entre ellos. Se trata de inculcarles la importancia de superarse a sí mismo/a, conscientes de su realidad.
– Motivación: con este método, la motivación se entiende como motivación intrínseca. Aquellos ambientes de aprendizaje en los que el alumnado, las personas, sienten que el aprendizaje es útil y se ven reconocidas cuando lo ejecutan, hace que se ilusionen, convirtiéndose esta motivación en una herramienta didáctica en sí misma.
– Observación y organización: se trata del rol del docente. Hay momentos en los que el docente debe pasar a un segundo plano, haciendo posible que el alumnado ejecute la función que le ha sido encomendada (apartado de “autonomía”). Debemos ser capaces de delegar las acciones y funciones al alumnado responsable de esa tarea. Estas autoras lo explican de esta forma: “somos la autoridad administrativa dentro del aula, pero sin ejercerlo con superioridad. Una especie de controlador/a aéreo/a pero con chándal”.
– Niño/a: se trata de que los alumnos y alumnas sean protagonistas activos del aprendizaje. Se trata de hacerles partícipes y fomentar su conciencia crítica.
Con este método, se pretende no solo enseñar al alumnado aquellas actividades deportivas o juegos que pueden practicar en su tiempo libre y de ocio, sino que a través de una dinámica de aula estructurada se consiguen trabajar valores personales y democráticos que ayudan a desarrollar la identidad personal y la identidad ciudadana. Este método hace que el alumnado tenga que percibir, pensar y buscar soluciones a los problemas motores y organizativos. Por último, ha que comentar que este método no se encasilla en ninguna metodología concreta, sino que nace tomando, de manera integrada, diversos elementos de las propuestas pedagógicas del siglo XX y XXI.
Respecto a las autoras de este método, Marina Crespo Garrido y Vanesa Delgado García, tras implementarlo con éxito en dos colegios de Madrid y observar los resultados obtenidos, decidieron compartir su experiencia elaborando diversos materiales que están disponibles para cualquier docente.
Autoría: María de África Pedreño Serrano. Profesora del CEIP El Mayorazgo (Chiclana).
Más información en:
Presentación
https://drive.google.com/file/d/1R57W8mLlrRG3UzUQ89GSKpRCHEzw9fWy/view
